viernes, 29 de abril de 2011

ahora que lo pienso... es una canción

Con mi mano izquierda
Con mi mano zurda
Con mi boca muda
Con mi alma abierta
Y desnuda, así el rito empieza:

Aparece una palabra, asoma su forma en la carta, después otra palabra que la acompaña.
Todas salen del centro de la culpa ¿Cuáles son certeras, cuáles son excusas?

Pero la gran respuesta se oculta…
- No se oculta ella, no hago las preguntas

Me quedo parada con la vista en alto, el gesto del cuerpo cuando pensamos.
(Centro el movimiento de los ojos)
También en la religión, también cuando rezamos
¿por qué si no situamos a los dioses en el cielo?

Así vuelve el recuerdo de una noche en vela
Estoy contigo, pero estoy con ella
Cómo se me agarra, cómo te aleja…
Cómo me entrego a la ansiedad sin fuerzas

La mujer, la niña, la sierva.

Ya me he ido. Pero sigo allí. Me he ido a mi cabeza. 
No soy una, ¿soy muchas? ¿soy ninguna?
Cuando soy atacada, cuando estoy en lucha, nuevas voces se unen a esta canción oscura.

Compartimos >> cafelito # 1: montaje + invitado + pausa café + encuentro. Fermín Jiménez Landa*

Texto escrito para el facebook de MUSAC
Compartimos >>
cafelito # 1: montaje + invitado + pausa café + encuentro.
Fermín Jiménez Landa*


Así trabajamos en el MUSAC. Aunque en 2011 ha habido encuentros previos del equipo con artistas y comisarios en torno a un café, (Juan Vicente Aliaga o  Latitudes, por ejemplo), éste es el primero que compartimos públicamente durante el año. Motivo: no hemos tenido tiempo para redactar los encuentros anteriores.

En esta ocasión han venido a León los artistas Fermín Jiménez Landa (Pamplona, 1979) y Lee Welch, para preparar la exposición que ambos artistas, que no habían trabajado antes juntos, presentan en septiembre en el Laboratorio 987 clausurando el Ciclo expositivo Amikejo, comisariado por Latitudes.

Esta mañana nos hemos reunido al sol con Fermín, para charlar sobre cómo ha afrontado una exposición con un artista con el que no existía una relación de confianza previa. 


Y es que, la propuesta de Latitudes, el “encargo” venía con unos ingredientes dados: 1. Poner a trabajar juntos a dos artistas que no se conocen 2. A su vez que trabajaran con artistas locales

Fermín nos cuenta que la situación predeterminada conlleva un nivel de tensión alto desde los comienzos: ¿Cómo trabajar con alguien con quien no tienes confianza? Además, dice Fermín que en el diálogo, entra en juego la diplomacia a la hora de tomar decisiones, es decir, la sinceridad queda matizada por un código de buenas maneras, que en realidad es autoimpuesto… Fermín, muy autocrítico, dice que tendrían que haberse visto más veces, que la comunicación previa entre ambos no ha fluido bien por Internet, a través del e-mail.

Sin embargo, en este punto de la historia,  finalmente ha salido muy bien, quizá porque ambos estaban en un punto común: una situación  de miedo y preocupación frente lo que iba a pasar. Ambos estaban perdidos, no sabían desde donde partir, había muchas ideas sueltas pero faltaba la base. Por ello, primeramente deciden que cada uno lance una propuesta individual desde su terreno, y deciden trabajar cada uno por separado esperando a que llegue el momento de la conexión, de la confluencia

Y es que, al final es sencillo: Llegas a León, quedas con un Gin Tonic en mano, y cuando te vas al hotel, en la cama, te das cuenta de que ¡esto está hecho!

Ellos querían partir de Amikejo de una forma literal, puesto que el resto de las parejas han trabajado desde conceptos comunes con la historia de este estado neutral esperantista. Pennachio Argentato e Iratxe Jaio y Klas van Gorkum han desarrollado sus proyectos desde la idea del trabajo, aunque desde diferentes ópticas.

Fermín reconoce que la Historia de Amikejo le tenía maravillado, artísticamente se acoplaba muy bien con su línea previa y sus intereses conceptuales. De igual modo ocurría con Lee Welch, quizá por esta razón Latitudes pensaran en ellos dos para desarrollar la última exposición.

El hecho es que parten de todas las cosas externas a la construcción de la nación, de las herramientas que simbólicamente hablan de un estado. Obtienen información a través de wikipedia y de búsquedas rápidas en Internet. Es decir, acceso rápido, investigación superficial, en sintonía con lo absurdo de las mismas herramientas que conforman un imaginario sobre el concepto nación. Objetos que finalmente son superfluos: la bandera, el himno, los sellos… No trabajarán sobre la bandera, sí sobre el himno, los sellos y los monolitos o estelas que conformaban el perímetro de  la frontera de Amikejo…

Volviendo atrás retomamos los ingredientes dados del proyecto: Tenían que trabajar con artistas locales de León - ¿y qué más dificultades? Deciden en el momento previo a encontrase en León, ir obviando eso que les ha estado rodeando y posponer la decisión y el modo “de qué manera usamos a los artistas locales”. Fermín aplica el sentido utilitario del término de forma previa, se cuestiona: ¿los artistas locales van a ser nuestros machacas, nuestros becarios, o va a haber un diálogo de artista a artista?. Por eso Fermín quería pervertir la premisa para apropiarse de la propuesta.

La primera propuesta de Fermín era componer un himno…
Investigando encontró la historia de la República de la isla de las Rosas, cerca de Rímini, que podéis conocer aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Isla_de_las_Rosas que contiene algunas nociones similares a Amikejo: independencia, lenguaje sintético del esperanto, utopía, fracaso… pero incluye otras: revuelo mediático, desinformaciones, mentiras, falsas historias, ocupaciones, la neutralidad de las aguas internacionales, la cuestión de la escala, la cartografía, el mapa político, la idea de isla…
Al proyecto se añade también un aparato reproductor de audio con batería de zinc. Le interesa el zinc porque enlaza precisamente con Amikejo, con la idea del fracaso de la utopía, o de la relación de mercado o monetaria con la creación del estado de Amikejo, que se debió al enfrentamiento entre las comunidades limítrofes por la explotación de las minas de Zinc de Moresnet. La idea de la temporalidad de lo construido desde la utopía pero su permanencia como idea, es otro de los motores de su proyecto.

Por su parte a Lee Welch le interesaba más abordar Amikejo desde el lenguaje, el esperanto, tenía la idea de realizar una serie de entrevistas, de grabar los ensayos de la banda, tener una relación dialógica con lo local, y construir una pieza dentro de la pieza de Fermín. Por otro lado, quería trabajar sobre los sellos diseñados para Amikejo, a través de una investigación y una historia que habla de nuevo, de la apropiación, la copia, la cita, la mentira, la historia, la deformación, la gamberrada, lo deformable…

Por último, sobre las estelas, están pensando cómo conectar físicamente Amikejo con la ciudad de León, a través de lo objetual, pensando en la frontera y en lo simbólico del dibujo del perímetro de una nación, y su modificación.

No queremos desvelar (más aún), el proceso de esta comunicación entre artistas, pero apuntamos, que los conceptos con los que trabajan, pueden confluir con el trabajo que Daniel G. Andújar presentará en las mismas fechas en el Proyecto Vitrinas, bajo el título CAPITAL.

Finalmente, Carlos Ordás, coordinador de la exposición, nos explica que en esta ocasión, y para este proyecto, tenía que hacer de anfitrión de los artistas en León, algo que por otra parte, es una de las funciones que realiza a diario. De hecho, la “rareza” de las premisas de ésta exposición, no influyen en los aspectos técnicos de la producción y el montaje.




¡Buen fin de semana!