martes, 19 de marzo de 2013

La vecindad

jardín de La Casa Tomada
Detrás de La Casa Tomada, junto al redondel de la Ceiba, tras pasar por el árbol del amor, a la derecha de la puerta del Infierno hay una madriguera. Una madriguera de conejos. The Carrot Concept se llama.

Diseñadores y arquitectos, nutricionistas e ingenieros, artistas y utópicos conviven en esta galería, estudio, huerto y restaurante.

Nuevas formas de hacer, las de La Casa Tomada y The Carrot Concept a tres cuadras de la Zona Rosa. Sus habitantes proponen, los de ésta y la otra, con distintas estrategias, otra manera de habitar, trabajar, ocupar el espacio privado.

"Se va a poner bueno el barrio de aquí a unos meses", comentamos José Roberto y yo con ojitos de esperanza. "No trajiste tus botas, no podrás trabajar el huerto". "Ni modo, hoy tomaré fotos y vídeos como el periodista estadounidense", ayer pasó por la calle y hoy regresa, alucinado, para relatar lo que unos ojos cualquiera no esperarían ver en la ciudad maldita, San Salvador.


Son The Carrot y La Casa Tomada, experiencias, ensayos, intentos, que resultan de la amalgama de los migrantes europeos y sudamericanos que echan raíces en este rincón de Centroamérica, con salvadoreños de buena capacidad económica y académica, que creen que a todo se le puede dar la vuelta.
espacio de descanso
El dueño y nutricionista de Soya Nutribar, con un periodista estadounidense en la terraza del restaurante

Mango y bancales

Huerto escondido entre verjas y muros, dos de los elementos por antonomasia que definen la identidad  violenta de San Salvador

Oficina de Cinco Patas al Gato y The Carrot Concept

Planos y entrada de luz de la oficina

Removiendo la tierra del huerto, un lunes. El siguiente más. El siguiente, tal vez se planta.




Seguro que a los críticos, se nos hará inmediatamente fácil etiquetar lo que vemos con palabras como snob, fresa, superficial, o gentrificación... Pero hoy a mí se me antoja pensar en positivo y, además, se miran tan bonitos hoy los sueños que sus habitantes siembran a punta de azada en este lunes, que ya atardece