Mi corazón como el de Santa Ana
que vibra con Marco Antonio Solís en una tienda de zapatos chucos
y con el perifoneo de una pick up
y con los gritos bayuncos de los bolos en domingo
a la puerta de una abacería donde venden perros
Mi corazón como la ruina de Santa Ana
con un jardín acondicionado y una pilastra rota
a la espera de un nuevo movimiento.
Una vez fue el cuartel de un gobernador
con sus símbolos masones y sus vidrieras
y ahora una instagram azul
Mi corazón como el sorbete de arrayán mezclado con coco y mora
con Cármenes Miranda que pasean y postean
tan lindas, las amigas, con olor a papa y marañón
Mi corazón como el dispensador de jabón automático
y como el expositor de tortas, cincuentero, metálico
Mi corazón a ritmo de gas
entre cafetales, atardeceres, árboles de amate
y bicicletas
Mi corazón en Izalco
se asusta con el carrusel infantil
se anima con el comal
se endulza tanto que a piña vieja huele
se moja frente a la farmacia
Mi corazón reguetonero
cangrejo, tiburón, con todos los estímulos se excita
mi corazón de domingo
con un vestido blanco y un sombrero ridículo
Mi corazón puede con todo
mi corazón todo lo puede
mi corazón polifónico
con todo late,
antropofágico, salvadoreño
Mi corazón de nance,
mitad de nance
mitad de fuego