lunes, 11 de abril de 2011

Ya no sé lo que es mío, lo que es tuyo y lo que es suyo ¡qué bonito ésto! ¿no? )Es nuestro(

Según la RAE, “paréntesises una  frase sin enlace necesario con los demás miembros del período, cuyo sentido interrumpe, pero no altera. Es el signo ortográfico en que suele encerrarse una frase. Como expresión, es una interrupción. Y como signo matemático, significa que, aislando una expresión algebraica, indica que una operación se efectúa sobre toda la expresión.

Cuando me enfrento a este Word, y pienso en la comunicación para el desarrollo social, no puedo evitar escribir metáforas biológicas, neurológicas, semióticas, recurrir a la sociología, o al pensamiento político comunista, o mejor dicho, comunitario. Cada núcleo es importante, pero es más importante en su posición de nodo, y es más decisiva aún la conexión que establece con otros nodos, puesto que posibilita la conformación de una red, donde los sistemas relacionales entre núcleos son los conectores que hacen que el sistema tenga sentido. Así pues, estas relaciones, que podemos llamar comunicaciones, han de tener fines que contribuyan a la mejora o el desarrollo de la red. Pero también del núcleo.

En la Comunicación para el Desarrollo Social estamos trabajando en términos inclusivos. Todas las estructuras simples conforman un sistema complejo y global, con entidad propia por su composición orgánica, donde cada órgano es importante en sí mismo pero es vital solo si conecta y sirve )en su sentido más instrumental( al resto de los órganos. Este ente nuevo, conformado por elementos distintos entre sí pero con el objetivo común de sobrevivir, es )en términos fisiológicos( mayor que cada elemento individual. Aparenta más. Es más grande. Es más fuerte. Y, aunque sólo sea por el espacio que ocupa, y por la fuerza visual que adquiere, frente al sistema simple, su acción es más poderosa en términos de representación.

Así pues, de las definiciones que la RAE aporta del paréntesis, escojo la acepción matemática, en la que una expresión simple _o comunicación_ infiere sobre todo el conjunto. Términos como interrupción o encerramiento, aiílan la parte del todo, pero es que la parte es parte del todo. En clave comunicativa, el paréntesis, debería ser entendido como la subjetividad que ayuda a completar, a enriquecer, la sintaxis. Por eso, decido escribir paréntesis de modo incorrecto a ojos de la gramática, redituándolos como conectores, paréntesis que abren, pero que no cierran.

Mi experiencia en esta asignatura ha sido significativa a nivel personal, es la primera vez que interactúo de forma voluntaria y desde la consciencia de que mi aportación contribuye a construir significados colectivos, donde se diluyen las aportaciones personales para que adquiera relevancia el producto obtenido de la colaboración de cada parte, que no es otro que el conocimiento.

Hubiese sido comunicación para el desarrollo u otra asignatura, ha sido el proceso de aprendizaje y la consciencia de éste, lo que ha hecho especial esta experiencia individual. Es decir, el hecho de que haya sido la primera experiencia, hace que sea especial, independientemente de los contenidos.

Por otro lado, mi motivación ha sido máxima, al poder evaluar mi práctica profesional, relacionada con la comunicación institucional, desde parámetros de la comunicación para el desarrollo. La posibilidad de la aplicación de los conocimientos que he ido adquiriendo en mi actividad diaria, para que el desarrollo, o la acción positiva no sea solo la mejora de la imagen de una institución, sino el sentido de trabajar cooperativamente entre las personas que conformamos esa comunidad laboral, con el fin de prestar un servicio social al contexto en el que se inserta, y sobretodo la posibilidad de eliminar barreras entre mi silla de oficina y la comunidad, saber que en mi práctica he de integrar a usuarios del museo, y que ellos son tan importantes como yo, o como la institución, y que podemos construir juntos un plan de comunicación para el desarrollo local )por ejemplo( cuya metodología sea inclusiva, y cuyo bien sea un bien común, es maravilloso.

Realizar un trabajo en grupo, donde al final del proceso, las aportaciones de cada uno, han cambiado de estado,  cambiando de aportaciones sólidas, a significados líquidos, donde no se distingue lo que es de cada uno pero se reconoce lo que es de todos, es una experiencia fantástica.

A nivel personal, aunque soy una persona empática, que sabe ponerse en el lugar del otro, mis inseguridades a veces me dominan. Poder establecer una comunicación social en esta comunidad de aprendizaje, sin tener miedo a juicios, tratando de encajar la crítica, o reafirmar un pensamiento aunque no sea compartido, o incluso sospechar que he podido tener un rol de liderazgo me ha puesto en situación de conflicto personal durante todo el proceso. Creo que es sano y positivo. Las crisis son buenas.

Lo mejor y lo peor de la experiencia es que en mi cabeza sigue estando presente la misma pregunta que tenía antes de comenzar la asignatura, antes de establecer relaciones, de aprender contenidos ¿Seré capaz de tirarme a la piscina de cabeza, una vez que ya sé cuáles son las condiciones del agua, que mentalmente sé los movimientos que tengo que realizar para no ahogarme, y emprender un proyecto de comunicación para el desarrollo? Pasar del deseo a la acción, y hacerlo desde la responsabilidad de ser consciente de que mi deseo de “autodesarrollo” va a afectar a las personas con las que comparta la experiencia. Por tanto, ¿seré capaz de sacrificar el deseo, y no instrumentalizar las necesidades de las personas en pro de mi desarrollo personal, para que el desarrollo de la experiencia sea social?