viernes, 12 de diciembre de 2014

A tu padre muerto

Para que te vayas y no vuelvas para que no me molestes, bruja, te voy a hacer un conjuro. Para que me dejes dormir y no me desveles voy a hacer un ritual. Voy a invocar a tu padre para que te lleve consigo y te diga bajito que no te perdona más que ya no te quiere más que ya no lo busques, que ya vino y te dijo que no, por la boca de tu amigo, que no, que nunca más. Y voy a cantar desnuda como una actriz argentina una canción de despedida Entre luces azules voy a cantar desnuda en una noche de falsa máquina de humo la canción de la vergüenza. Gateando entre palmeras voy a pegar un alarido de desnudez lunar para decir cuatro cosas: La primera va a atravesar tu laringe en un sol desafinado La segunda me va a raspar la garganta y ahí se va a quedar La tercera va a ser un aullido La cuarta un llanto. Entonces, voy a tirar la llave al mar y va a vibrar, va a vibrar Va a vibrar tanto que yo también voy a vibrar y la tierra va a temblar y vamos a bailar la danza hepática del dolor Los intestinos del mundo van a enredar la última palabra de las cuatro que voy a llorar Y cuando el energúmeno del tiempo pase voy a dormir en el regazo de mi padre y en mi útero de bilis negra nacerá muerta la segunda palabra: