viernes, 12 de agosto de 2011

De la luna a alegría, que está al lado de Berlín

Una de las cosas por las que merece la pena la decisión tomada es la gente que te va adoptando acá en El Salvador. Otra, es entrar en conflicto con la migración: ser emigrante, sentirse inmigrante, ser europea en centroamérica, ser visto como colono, como paternalista, como un dólar, pensar en cómo se migra aquí, en qué condiciones, qué causas, miedos, ponerse frente al espejo, quiera o no quiera... Ayer estuve en La Luna , en una performance de Las cinco, en la que expresaban su posición como emigrantes a través de danza contemporánea, el teatro, el canto, la música...
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Ya me dijo mi amigo Kamen que tenía que ir a la luna.

Volviendo al recibimiento... Guillermo Araújo, artista y desde ya guapachosísimo amigo que me tiene acogida en su seno, es responsable y promotor, con Paola Lorenzana, de una residencia de artistas en Alegría, a dos horas de San Salvador, junto a Berlín.

La Casa Alegre se llama. De ella espero escribir más adelante, pues voy a visitarla este fin de semana con Alma de El Salvador, coincidiendo con la inauguración de la exposición El oficio Alegre, del grupo de grafiteros Buscaniguastudio, que ha trabajado con la comunidad de Alegría durante varios meses, realizando entrevistas, recogiendo historias, y retratando a Alegrinos.



Guillermo me invitó a conocer su estudio



Organizó también una visita al Museo de Arte Popular , donde nos recibieron Rodolfo Molina, Curador y Artista que ahora mismo está trabajando en la reordenación de la Colección del MARTE y en la Bienal Centroamericana de Arte 2012 en Panamá y Madeleine Imberton, promotora del museíto lindísimo. Durante una hora y media estuvieron explicándonos la Colección, y compartiendo impresiones sobre la cultura tradicional salvadoreña y el rol que las mujeres juegan en ella. El Comité del museo está formado por antropólogos, arqueólogos, historiadores, etc... y su concepción museológica incide especialmente en el afán educativo: paneles explicativos, realización de documentales divulgativos y de investigación, publicaciones, pero sobretodo, talleres de larga duración con comunidades y acciones para preservar las artes populares salvadoreñas. Doña Madeleine me habló de muchas fiestas populares que ya estoy deseando conocer. 
De toda la Colección, me interesó especialmente una sala dedicada al rol de la mujer en las artes populares. Especialmente, una serie de paños que fueron confeccionados en los campos de refugiados, bordados a mano con escenas cotidianas de la vida en esta situación, y con frases cosidas, algunas reivindicativas, otras descriptivas, religiosas, libertarias, etc...





He subido unas fotos del resto de la Colección en un slideshow. Me vais a disculpar, es la primera vez que uso la herramienta, y no he podido menos que freakear con una animación predeterminada. No he podido evitarlo.




Además de compartir cosas en Alegría este fin de semana, también participaré en un taller-seminario de Arte Relacional, con los artistas que están trabajando en la Casa Alegre, el propio Guillermo y con Ernesto Calvo, Ronald Morán y Walterio Iraheta... Todo se va entrelazando... y así, acaba la semana.

De la luna a Alegría, que está al lado de Berlín...

miércoles, 10 de agosto de 2011

ANDO NAVEGANDO: La Cumbia



Y yo ando navegando, ya casi ni pienso en tí y como mi despedida te dedico esta cumbia a tí
Y esooo
Qué cosas, una cumbia! No podía ser de otro modo

¿Hay que acostumbrarse?

Soy como la vocera

Soy como la vocera del amanecer y la noche oscura. 
Te anuncio el alba y las estrellas, y entre uno y otras, nada,
nadie.



martes, 9 de agosto de 2011

¿Todos los libros hablan de mí? Lecturas en El Salvador

Casi un mes en El Salvador y no puedo evaluar. Solo decir que no me he encontrado aquí, aún. Creo que es una tendencia de supervivencia, un mecanismo de defensa, adaptarse al medio y cambiar, ¿olvidar o adormecer?. Es natural.

Sin embargo, al hacerlo, pierdes por el camino parte de tu esencia. Voluntariamente declinas rutinas e intereses y los sustituyes por nuevas necesidades. Por ejemplo, hoy me he levantado muy temprano, a las 5.30 a.m. He aprovechado para leer la prensa española, y recuperar mis lecturas de blogs habituales... cosas que hago por primera vez acá, porque de momento mi primera necesidad es enterarme qué onda es El Salvador... y por extensión, qué onda Latinoamérica

Así que, a la semana de llegar, compré algunos libros, que he empezado a leer y aún no he terminado (me consuela mucho pensar que estas actitudes, que eran habituales en España, se repiten acá, porque alienta mi esperanza de que este tipo de reiteración se producirá paulatinamente hasta que consiga un equilibrio entre lo nuevo y lo de siempre).

Los libros:
- Las mil y una historias de radio venceremos
- Las historias prohibidas del pulgarcito, del poeta salvadoreño Roque Dalton

En mi viaje a Nicaragua me prestaron
-Las venas abiertas de América Latina, de Galeano, y también
-Un día en la vida de Manlio Argueta.

Junto a estos, estoy leyendo
Cooperació cultural al desenvolupament. Eines per a la reflexió, editado por la Fundación Casa América de Catalunya;
La Cooperación Cultura-Comunicación en Iberoamérica, editado por la AECID

Por empezar:
La nueva agenda de desarrollo de América Latina y
Migraciones: Mirando al Sur: Entrecruzamientos culturales e las migraciones centroamericanas

En la maleta traía los libros del máster, al que por cierto, no consigo dedicar un minuto. Esto me está empezando a producir ansiedad, ya que voluntariamente quiero ponerme, pero no consigo centrarme, son tantos los estímulos...

Traía también
- París no se acaba nunca, de Vila-Matas;
- El libro del desasosiego de Pessoa, que voy leyendo de año en año, porque de tan bello me emociona siempre.
- El maestro ignorante y
- El Aleph (nunca leí a Borges... ni a Vila-Matas)

Traje 
La sociedad red: una visión global, de Manuel Castells;
- Convergence Culture, de Jenkins,
Reacciona, 10 razones por las que debes actuar frente a la crisis económica, política y social, 
y finalmente, dos días antes de venir, me regalaron El canto del pájaro, de Anthony de Mello, que aún no he abierto.

A todas estas lecturas, he de sumar la sección de www.elfaro.net "La sala negra", y ver el documental de Christian Poveda La vida loca, entre otros... pues también me ha recomendado mi amigo Bernat Camps, ganador del Premio Ortega y Gasset, los documentales de Marcela Zamora

En fin, muchas lecturas que empiezo y no acabo, y otras, como Juan Freire, etc... que tengo abandonadas y que quiero retomar como práctica cotidiana.

¿Nos definimos por lo que leemos? Creo que la próxima lectura va a ser alguna teoría sobre la pérdida de capacidad de memoria y de lectura líneal no fragmentaria a causa de internet. ¿Alguna recomendación?