martes, 7 de junio de 2011

Francisco Ruiz me retrató en Sol, qué buen regalo para la posteridad

Muchas gracias Francisco, por la charla que tuvimos, por acordarte de enviarme la visita virtual de #acampadasol http://www.visionangular.com/visitas_virtuales/protestas_en_sol/visita_virtual.html y por la sorprendente foto que me mandas, que será siempre un recuerdo bonito para mí
Que conste que efectivamente, tal y como refleja la imagen, mi actitud en Sol fue de observación y análisis, ni fue activa ni tampoco fue contemplativa

Revisando las actas de Comunicando el Museo escritas en 2009

De entrada no sé si estoy obrando correctamente. En 2009 fui invitada a participar en el Congreso organizado por el Ministerio de Cultura "Comunicando el museo", celebrado en mayo de 2009. Tras exponer mi conferencia, uno de los requisitos era presentar actas unos meses más tarde. Éstas nunca fueron publicadas. Digo que quizá esté actuando mal, porque me ha apetecido compartir la larga introducción que presenté sin saber si me estoy metiendo en un lío legal.

La historia es que llevo varios días pensando en que tenía que releer ése texto que escribí de forma muy intuitiva, hace más de dos años, porque leyéndolo iba a poder comparar en qué medida mi pensamiento ha ido transformándose y en qué puntos había errado o no. También para valorar cuánto ha cambiado el concepto de comunicación cultural de dos años hacia acá

Espero que podamos comentarlo... una vez más, creo que estoy llegando a la conclusión de que toda yo me llevaba al movimiento 15M, como si fuera un estado natural de acción que, durante un tiempo de falsa estabilidad, quedara dormido, pero que ahora florece como la primavera... por todas partes

Cómo afrontar la relación entre periodistas, audiencias y museos inmersos en la crisis de los medios

Crítica. Así podríamos  adjetivar la recta final de la primera década del s.XXI. Múltiples crisis han convergido simultánea y virulentamente en los últimos metros del camino, abriendo fracturas en el sistema filosófico neoliberal de la sociedad occidental  e introduciendo vías de pensamiento alternativas que contribuyen a generar un cambio de concepción del individuo y la colectividad. La consciencia del cambio transforma la comunicación, sus modos y sus medios.
Gestionar con garantías  un departamento de comunicación de una Institución Cultural en España hoy es complicado. Hasta hace poco asumíamos que  la función de una oficina de prensa era “comunicar el museo” a las audiencias objetivo  a través de los medios de comunicación. Sabíamos cómo eran nuestros públicos y cómo era nuestro canal para “dirigirnos” a ellos. Conociendo el fin y el medio habíamos sido capaces de perfeccionarnos y alcanzar los resultados requeridos sin grandes esfuerzos. 

Sin embargo, la sociedad y la prensa han sufrido transformaciones de tal calado en los últimos años, que más que necesario, es urgente tomar consciencia y adaptarse al cambio. Los Departamentos de Comunicación de Instituciones Museísticas  nos encontramos en tiempos de transición entre el modelo de transmisión de información propio del sistema neoliberal,  y un nuevo modelo de comunicación social. Ambos conviven simultáneamente y con ambos nos debemos comunicar. Resulta fundamental conocer los hábitos de los ciudadanos en su forma de relacionarse con la actualidad, donde la prensa ya no es el único canal de acceso a la información ni el medio más efectivo de generación de opinión pública. Debemos adaptarnos también a las consecuencias que la crisis económica está produciendo en los hábitos culturales de nuestros públicos.
  • La evolución en la relación de los dptos de comunicación y los medios de comunicación en el s.XXI

La industria de los medios de comunicación ha corrido más rápido y más intensamente esta carrera hacia el cambio. La crisis económica del sector, precedente a la que ahora nos afecta a nivel global, devino del salto de lo analógico a lo digital. La aparición de este soporte desembocó en la la necesidad de adaptación al “nuevo medio”, con el objetivo de mantener el rentable modelo industrial existente. Así vivimos  el volcado de los contenidos de las ediciones impresas a Internet, previo pago por suscripción. Los gabinetes de prensa de instituciones museísticas no sólo no teníamos que cambiar nuestras estrategias diseñadas para informar a  nuestros públicos a través de la prensa sino que multiplicábamos nuestra repercusión a través de la web 1.0 

Las  medidas fracasaron porque la acción obviaba la gran ventaja que internet ofrecía,  la inmediatez. Se produjo una nueva crisis y un nuevo planteamiento de  identidad.  La solución pasaba por la fundación de redacciones digitales que transcribiesen inmediatamente los acontecimientos de actualidad que las grandes agencias de comunicación vendían. Este modelo, sobrevivió sin grandes cuestionamientos, respaldado por la bonanza económica que permitía a los anunciantes invertir en ambos soportes, permitiendo mantener las ediciones en formato papel y digitales. Para cubrir sus necesidades _más contenido y más rápido_, los periodistas digitales y los redactores en soporte papel, solicitaban de nosotros agilidad a la hora de facilitar materiales e información que se ajustara a la última hora informativa.

Las grandes editoriales no sólo sufrían por la fuerza que cobraba internet. La consolidación de los diarios y revistas de ocio y cultura gratuitos de gran tirada suponía una considerable amenaza en las ventas de los “tradicionales”. La oferta de información era mayor que la demanda. A la vez, se visibilizó la aparición de millones de ciudadanos que habían adquirido, en los últimos años, el hábito de lectura de un tipo de prensa con contenidos directos. Para aprovechar esta oportunidad y diferenciarse de una competencia importante a nivel cuantitativo, las cabeceras de los principales diarios hicieron un esfuerzo en renovar su imagen corporativa, desarrollar intensas campañas de marketing, e introducir contenidos originales y exclusivos.
Se requería de nosotros que contribuyéramos al cambio estético en el que la imagen adquiría mayor relevancia en las maquetaciones, exigiéndonos variado material gráfico en alta resolución y diversos formatos. La exclusividad de contenidos era más difícil de satisfacer. Con los contenidos de actualidad informativa se optaba por producir un dossier de prensa genérico para su distribución a todos los medios y facilitar, a quien mostrase interés por la información, nuevos recursos gráficos, declaraciones, textos críticos, etc…Se comenzaban también a generar contenidos al margen de las programaciones expositivas y educativas de las instituciones que no respondiesen a la actualidad informativa que marcaban los medios, pero que fuesen de interés general para la opinión pública.
Al mismo tiempo, la descentralización de la cultura con la proliferación en España de Centros y Museos de Arte Contemporáneo ubicados en ciudades periféricas, favorecía la ampliación de las secciones de cultura y ocio en los medios, y nuestras instituciones incluían en sus programaciones manifestaciones culturales actuales que atrás no se contemplaban, a las artes plásticas se unían áreas como la moda, el diseño gráfico, las artes escénicas, visuales o la música. Los departamentos de comunicación nos especializábamos en la segmentación de públicos, medios y contenidos para intentar aplacar la competencia entre y contra nosotros mismos
Finalmente, la crisis económica de los países occidentales que comenzó en 2008, ha acelerado la crisis de los medios. La publicidad, principal fuente de ingresos de la industria de la información, había posibilitado la permanencia del soporte papel  retrasando los cambios que debían producirse para que la prensa fuese de nuevo reflejo de la sociedad como lugar donde sentirse representada e identificada. El equilibrio entre lo analógico y lo digital se había roto a favor de internet. La incapacidad de financiación a través de la publicidad, _aparición de  nuevas  normativas estatales que afectarán a la televisión_ unido a la reducción presupuestaria de esta área en las empresas, ha hecho que la prensa definitivamente vuelva la mirada a la sociedad
El individuo, desencantado con un sistema político-económico-mediático que ha estado ejerciendo un poder unidireccional que ha fracasado, ha vuelto su mirada a internet. La web 2.0 es el lugar donde intercambiar conocimiento, compartir, encontrar puntos comunes con otros individuos, y sentirse reconfortado por la gente, sin necesidad de intermediarios y con libertad de decisión.
Los Departamentos de Comunicación empleamos ahora herramientas web 2.0  para nutrir de contenidos  a las ediciones digitales de los medios y a nuestra web, creando vídeos en formato apto para plataformas como youtube o vimeo, enviando podcasts, galerías de imágenes, etc…
Por otro lado, hemos encontrado en las redes sociales una nueva forma de comunicarnos con las  personas sin necesidad de intermediarios, sin someter nuestros contenidos  a la agenda informativa, dando visibilidad a los usuarios que participan en las actividades de nuestros museos. Ahora podemos hacer crónicas inmediatas de conferencias, visibilizar procesos pedagógicos, diseñar actividades participativas específicas para redes sociales donde fomentar reflexiones colectivas  sobre cuestiones que abordan nuestras Colecciones y  exposiciones. En definitiva, establecer una comunicación directa y de mayor calidad con las personas, sin sentirnos esclavizados por la originalidad y la urgencia de los contenidos.
Los medios digitales tratan de recuperar la confianza perdida de los ciudadanos, ponen ahora nombre y cara a sus redactores, nos cuentan quiénes son y por qué escriben. Los carismáticos colaboradores de columnas de opinión de diarios,  o espacios televisivos, cuentan con blogs en las ediciones digitales desde donde crear opinión en la red, se habilitan foros donde testar el estado anímico de la sociedad ante determinados temas. Contratan a bloggers y absorben blogs especialistas en especificidades para mejorar la calidad de los contenidos y ejercer influencia… y la sociedad de la información da paso a modelos de comunicación más sostenibles donde el aprendizaje colectivo gana terreno al bombardeo de novedades informativas.
El trauma del individuo occidental hoy es no sentirse identificado con el sistema global construido en el que habita, y su felicidad pasa por volverse hacia sí mismo y hacia los que le rodean, participando en  micro redes en las que confiar,  conformando nuevos valores que transformen la identidad colectiva,  junto a su familia y la familia de su familia, y sus amigos, y los amigos de sus amigos.
Lo maravilloso del Arte actual que se produce en este convulso presente, es su  capacidad para comunicar emociones y conceptos que, aun siendo partícipes de ellos,  la coetaneidad en la que se manifiestan dificulta su comprensión y verbalización. Aprovechemos la potencial capacidad comunicadora del Arte para canalizar conocimiento.