La luna entró en mi casa
sin llamar a la puerta
igual que las comadres
entran en casa de las comadres.
¿Cómo devolver la luna sin pedir permiso
a las estrellas fugaces?
Habiendo hablado con la noche
desde mi terraza,
tras negociaciones que me dejaron
insomne,
Convenimos, la luna y yo:
que ella iluminaría tu cama
y yo de vez en cuando te despertaré
solo de vez en cuando
No hay comentarios:
Publicar un comentario