Llego al trabajo.
En los dos sitios.
Me acuerdo del libro de A.M. Homes.
- ¡Vaya!, ¡vacíos que se visualizan! ¡justo ahora! ¡Qué metáfora más bien traída!.
a la puerta de mi casa |
a la puerta de mi trabajo |
Fragmento de "Este libro te salvará la vida" de A. M. Homes >><<Todo podía haber sido un sueño extraño, una alucinación; sólo que allí estaban las pruebas, los restos, la sustancia pegajosa. Como en un secuestro de alienígenas, se lo habían llevado, sondeado y devuelto, y él se preguntaba qué habría pasado. ¿Volvería a sentirse el mismo que antes? ¿Y, para empezar, cómo se sentía? No se acordaba.
Se colocó en el punto de la casa donde dos gruesas lunas de cristal se juntaban y una esquina afilada sobresalía encima de la cuesta, como la proa de un barco.
A sus pies, a la izquierda, estaba la depresión, la hendidura. Casi pensó que crecía mientras la miraba: más ancha, más profunda.
«Algo ha sucedido, no lo olvide», le había dicho el médico.
Entonces... es el principio de algo mejor, pienso
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